Diferencias entre un SSD y un NVME

Diferencias entre NVMe, NVMe M.2 y SSD: ¿Cuál es mejor y cuál te conviene elegir?

A la hora de mejorar el rendimiento de un ordenador, muchas personas se preguntan cuál es la mejor opción: NVMe vs SSD. Aunque ambos son almacenamientos de estado sólido, la diferencia entre ellos puede ser enorme, especialmente en velocidad y experiencia de uso.

En este artículo te explicamos qué significa NVMe, cómo funciona un disco duro SSD NVMe, qué es exactamente un NVMe M.2 y por qué la velocidad NVMe es tan superior a la de un SSD tradicional.

¿Qué significa NVMe?

NVMe son las siglas de Non-Volatile Memory Express. Se trata de un protocolo creado para aprovechar al máximo la velocidad de las memorias flash modernas. A diferencia de los SSD SATA, que utilizan una tecnología heredada de los discos duros tradicionales, NVMe fue diseñado desde cero para ser mucho más rápido, reduciendo la latencia y permitiendo procesar muchas más operaciones al mismo tiempo. Este cambio se nota especialmente en la fluidez del sistema y en la rapidez con la que se abren programas y archivos.

NVMe M.2: el formato más popular

Cuando hablamos de NVMe M.2 nos referimos a dos aspectos distintos pero complementarios: por un lado, el protocolo NVMe, encargado de gestionar los datos a gran velocidad, y por otro, el formato físico M.2, una tarjeta fina y alargada que se conecta directamente a la placa base a través del puerto M.2. Gracias a esta conexión directa mediante líneas PCIe, los SSD NVMe en formato M.2 ofrecen un rendimiento muy superior al de los SSD SATA.

nvmem2

Es importante aclarar que no todos los SSD M.2 son NVMe. Existen unidades M.2 que funcionan con tecnología SATA, por lo que conviene revisar las especificaciones antes de elegir un modelo.

¿Qué es un “disco duro SSD NVMe”?

Aunque muchas personas lo llaman “disco duro”, un SSD NVMe no tiene nada que ver con los discos tradicionales. En realidad, es una pequeña tarjeta de memoria muy rápida que se conecta mediante PCIe, consume menos energía y permite que el ordenador funcione con mucha más fluidez. Su diseño y su tecnología interna lo convierten en una de las opciones más rápidas disponibles hoy en día.

NVMe vs SSD: diferencias clave

Velocidad: La diferencia más evidente entre un SSD SATA y un NVMe es la velocidad. Mientras que un SSD SATA ronda los 500 MB/s, un NVMe puede alcanzar desde los 2.000 hasta más de 12.000 MB/s. Esto se traduce en tiempos de carga mucho más reducidos: Windows arranca antes, los juegos se inician más rápido y los programas pesados se abren con mayor agilidad.

Respuesta del sistema: Además de la velocidad bruta, los NVMe tienen una latencia mucho menor, lo que significa que el ordenador responde antes cuando realizas cualquier acción. Las tareas cotidianas, como abrir carpetas, mover archivos o ejecutar aplicaciones, se sienten más instantáneas.

Tipo de conexión: Los SSD SATA utilizan un cable tradicional para conectarse, mientras que los NVMe se instalan directamente en la placa base mediante el puerto M.2, sin cables de por medio. Esta conexión directa permite aprovechar todo el ancho de banda del bus PCIe, lo que contribuye a su mayor rendimiento.

¿Cuál elegir? Para equipos económicos o antiguos, un SSD SATA sigue siendo una excelente forma de mejorar el rendimiento sin gastar demasiado. Sin embargo, si buscas lo mejor en velocidad —ya sea para gaming, edición de vídeo o trabajos profesionales— un NVMe es la opción ideal.

Si aún tienes dudas, aquí tienes un resumen visual con la recomendación según el uso que vayas a darle al equipo:

Recomendación según uso

Uso: Recomendación
Navegar, ofimática, ordenador antiguo SSD SATA
Gaming moderno NVMe M.2
Edición de vídeo, renders, uso profesional NVMe PCIe 4.0 o 5.0
Mejorar un portátil antiguo SSD SATA (si no tiene M.2)
Publicado en: General Discos duros